RECOMENDADA POR ORIENTASERIE
Mark S. es jefe del departamento de Meta Data Refinement de Industrias Lumon, una empresa que somete a sus empleados a un procedimiento para separar (“severance”) los recuerdos de la vida privada y laboral. Esto significa que cada empleado vive dos vidas diferentes, una externa y otra interna en Lumon, que no se comunican entre sí de ninguna manera. La tranquila, aunque escindida, existencia de Mark se ve perturbada por dos acontecimientos: la contratación de una nueva empleada en su departamento, Helly R., que inmediatamente se rebela contra la “separación” y lo intenta todo para convencer a su versión externa de que la «libere», permitiéndole dejar su trabajo, y la aparición en su vida privada de un extraño individuo que dice ser un antiguo colega suyo y que le incita a cuestionar los secretos de Lumon.
Dirigida en varios episodios por Ben Stiller, que también es uno de los productores ejecutivos, Separación (Severance en idioma original) es una serie interesante, que recuerda en muchos aspectos a los ambientes y temas de Black Mirror, y que lleva al espectador a cuestionarse los motivos que pueden empujar a una persona a renunciar a una parte importante de su vida, y cómo los individuos pueden convertirse en sus propios esclavos y verdugos.
Todas las mañanas, Mark Scout sale de su casa, llega al enorme edificio de Industrias Lumon, cambia sus pertenencias personales por su placa de oficina, sube al ascensor y, durante el corto trayecto de una planta a otra, se «transforma» en Mark S. Él y sus tres compañeros del departamento de Meta Data Refinement pasan su jornada laboral de ocho horas observando los números que se desplazan por las pantallas de sus ordenadores, con el fin de identificar patrones particulares, cuyo propósito sigue siendo desconocido para ellos. Mark ha elegido voluntariamente trabajar en Lumon y someterse al procedimiento de separación para olvidar, al menos cuando está en la oficina, un grave duelo. En este sentido, Mark vive con serenidad la separación radical de la vida privada y laboral, a pesar de los recelos y las dudas de los familiares y amigos del exterior.
Sin embargo, la situación de Helly es completamente diferente. Aparece por primera vez en la serie cuando se despierta dentro de Lumon, mientras Mark la somete a una sesión de orientación. Al igual que sus compañeros, Helly no tiene ni idea de por qué la Helly “externa» ha decidido someterse al procedimiento de la separación, pero no puede aceptar que su vida se reduzca a ocho horas de trabajo en la oficina, sin poder recordar nada de su existencia exterior (¿Quién es? ¿Dónde vive? ¿Tiene hijos? ¿Está casada?). Por esta razón, Helly hace todo lo posible para convencer a la Helly “externa» de que le permita dejar su trabajo, llegando incluso a recurrir a métodos extremos. El desencanto de Helly y la aparición en su vida de Petey, un individuo que dice haber sido su colega y mejor amigo en Lumon y haber descubierto cosas muy inquietantes sobre la empresa, hace que Mark -tanto en su versión de outsider como de insider- se cuestione más sobre lo que ocurre dentro de las paredes del lugar donde trabaja.
Los episodios de Severance se dividen en dos partes: la vida externa de Mark -formada por relaciones no siempre fáciles con su hermana, su cuñado y sus amigos y ambientada en una ciudad remota y nevada- y la vida interna de él y sus compañeros, formada por días idénticos en oficinas blancas y asépticas, donde los únicos acontecimientos reseñables son las pausas para el café en las máquinas expendedoras o algunos de los extraños beneficios concedidos por la dirección, como la «fiesta de la música» o el “Waffle party”. A pesar de los muchos elementos inquietantes y perturbadores que hay en el interior de Lumon, de los que el espectador se va dando cuenta poco a poco y que le hacen preguntarse por los misterios que esconde (y que se dejan abiertos para una segunda temporada), lo más perturbador de Severance es la reflexión sobre lo que puede llevar a una persona a renunciar a los recuerdos de un tercio de su vida, así como el pensamiento de que los internos no son más que prisioneros obligados a una vida que no han elegido y de la que es imposible escapar. Y los carceleros no son otros que ellos mismos. ¿Hay algo más emblemático y aterrador que eso?
Cassandra Albani
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