Estrenada en septiembre de 2019 y emitida en Italia por Sky, Euforia es producida por Hbo e inspirada en una miniserie israelí. La serie presenta un panorama oscuro y desesperado de la vida de un grupo de adolescentes en una pequeña ciudad californiana que explora el abuso de drogas, los excesos de todo tipo, la violencia y las relaciones tóxicas y problemáticas entre compañeros y en el seno de las familias. Un contenido fuerte y a veces perturbador, decididamente no apto para un público adolescente, pero empaquetado en un producto de alto nivel desde el punto de vista estèetico, que ha merecido tres premios Emmy, incluido Mejor Actriz para Zendaya, protagonista y también productora de la serie, junto con el rapero Drake. Euforia gira en torno a Rue Bennett, una drogadicta de 17 años, diagnosticada de niña con un trastorno obsesivo compulsivo, que no puede superar su angustia y vuelve a caer en ella una y otra vez, sin encontrar ninguna razón fuera de sí misma para salir de ella.
Al presentarla en Italia en su página web, Sky, que acaba de emitir su segunda temporada, habló de «un mundo poblado por adolescentes problemáticos y temperamentales que publican vídeos de sus compañeros en YouPorn. El acoso escolar y los trastornos alimentarios que van de la mano de la drogadicción y la violación» y de «una ficción llena de situaciones límite, momentos impactantes, escenas violentas de desnudez masculina y femenina». La cadena también había creado una línea de apoyo psicológico para quienes se sintieran en una situación de adicción o malestar similar a la que se retrataba en la serie.
La historia de Rue comienza dentro del vientre de su madre, justo antes de dar a luz, con una escena de gran impacto, y pronto se convierte en una historia de sufrimiento, caracterizada por un trastorno de la personalidad que llevará a la chica a consumir drogas. El objetivo es alcanzar el estado de «euforia» del que deriva el título, una situación en la que el mundo exterior finalmente se calla y se alcanza la calma absoluta. El entorno en el que se mueve la protagonista -recién llegada de un inútil periodo de desintoxicación tras una crisis de sobredosis que casi la mata- está poblado por jóvenes de 17 años cuya principal preocupación es encontrar pareja para la noche, emborracharse y, finalmente, drogarse con Fentanilo, Xanax, el infame Molly y otras pastillas sintéticas, sobre las que el espectador adquiere cierta pericia. El único rayo de luz en la vida de Rue parece ser su amistad con una recién llegada a la ciudad, Jules Vaugh, que vive sola con su padre después de un divorcio problemático con quien entabla relaciones de chat que eventualmente conducen al sexo. Jules (la actriz y modelo trans Hunter Schafer) es en realidad transgénero y está completando el proceso de transición, que comenzó cuando era un niño en una clínica en la que fue ingresado bajo falsos pretextos, un episodio que muestra una de las escenas más psicológica y emocionalmente violentas y perturbadoras de toda la serie.
Euforia conduce, episodio tras episodio, a una exploración cada vez más detallada del malestar interior de la protagonista (con una excelente interpretación de Zendaya), a la que se suman los atribulados sucesos de su grupo de compañeros, perdidos e incapaces de dar sentido a lo que les está ocurriendo («me encontré sin mapa ni brújula, y sin nadie que pudiera darme un buen consejo», explica Rue).
Hay muchas escenas de sexo, incluso violentas («todo el mundo ve porno y eso es más o menos lo que se ve», dice Rue), abusos, drogadicción y ciberacoso. Todo ello en un clima sombrío en el que prevalecen las situaciones incómodas y las relaciones insanas, con adultos confundidos que tienen poca autoridad y que a menudo se comportan peor que los niños.
El objetivo declarado de Euforia es ofrecer una imagen realista del mundo de los adolescentes de hoy en día, y provocar el debate. Pero lo que la serie retrata es una realidad totalmente degenerada, en la que no hay el menor atisbo de esperanza y los personajes parecen ser conducidos inexorablemente hacia un horizonte de degradación y pérdida de sentido. Este retrato dificulta mucho el debate y sólo acentúa la sensación de pesimismo y derrota. La única excepción es el primero de los dos episodios especiales emitidos a finales de 2020: «Rue», con el título original «Troubles Don’t Last Always», donde en una noche de Nochebuena en un bar, presenciamos un diálogo entre la niña -de vuelta de una dosis- y su padrino en el proceso de desintoxicación, Ali, el único personaje adulto que se esfuerza por ofrecerse como guía.
Stefania Garassini
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