El Método Kominsky


Calidad general:
Calidad educativa:


IDEATORE: Chuck Lorre
INTERPRETI: Michael Douglas, Alan Arkin, Sarah Baker, Nancy Travis
SCENEGGIATURA: Chuck Lorre
PRODUZIONE: Chuck Lorre Production e Warner Bros Television
ANNO DI USCITA: 2018 - en curso
STAGIONI: 3 (22x30')
PRIMA MESSA IN ONDA: Netflix
DOVE SI PUÒ VEDERE ORA: Netflix
GENERE: comedia

Età cui è rivolta la serie (secondo noi): >16
Presenza di scene sensibili: escenas esporádicas de contenido sexual no explícitas, lenguaje obsceno esporádico

ACONSEJADA POR ORIENTASERIE

Algunas amistades no envejecen nunca. Ésta es la frase escogida por los autores de El método Kominsky para presentar la serie. La narración se centra en la amistad, hecha de amor y odio, entre Sandy Kominsky, un exitoso ex-actor de Hollywood y ahora profesor de interpretación, y su agente de toda la vida, Norman Newlander. Sandy es un mujeriego empedernido, con tres matrimonios a la espalda y una hija -Mindy- que le ayuda a llevar su negocio. Norman, por su parte, un judío cínico y de carácter áspero, acaba de quedarse viudo después de haber estado casado durante cuarenta años con su amada esposa. Tiene una hija que entra y sale de las clínicas de desintoxicación y con la que siempre ha tenido una relación problemática. Los dos ancianos amigos, siempre dispuestos a burlarse del otro, se enfrentan a los pequeños y grandes inconvenientes propios de la edad (achaques,, relaciones con hijos indisciplinados o futuros yernos poco convencionales) siempre con una mirada desencantada de la vida pero profunda y para nada banal. Y es precisamente esta doble perspectiva, la ironía inteligente unida a la profundidad, lo que constituye uno de los puntos fuertes de la historia. En el centro se encuentra la vejez, fase de la vida que puede convertirse en un periodo lleno de oportunidades y de aventuras; de volver a enamorarse, de redescubrir a los verdaderos amigos, compañía fiel en los días tristes y a los que se les confían las propias inseguridades y los miedos. Una amistad que cuenta con los rostros de Michael Douglas y Alan Arkin, dos auténticos gigantes de la interpretación que dan peso, con su experiencia y sus rostros marcados por el tiempo, a una historia que tiene algo que decir a todos.

 

 

Profundización

«Cuando uno de mis amigos muere, es como si hubiera ganado un concurso». La sofisticada malicia de esta frase, pronunciada por Norman Newlander es buen ejemplo del tipo de ironía, sutil y aguda, que constituye una de las características de la serie.

La historia de la vejez

Chuck Lorre, antiguo showrunner de The Big Bang Theory, vuelve a hacer gala de su pluma pero esta vez aplicándola a la historia de la vejez, alternando aspereza y ternura. En sus continuas discusiones, Sandy y Norman no pierden ocasión de atacar al otro, pero también utilizan la ironía hacia ellos mismos (o si se prefiere, no se toman demasiado en serio). La historia de su amistad se convierte así en una oportunidad para derribar estereotipos y clichés, para burlarse el uno del otro pero también para hablar de cuestiones tan importantes como el amor, el papel de los afectos y la relación con el paso del tiempo (y por tanto con la muerte). El «método» -como sugiere el título- es el que usa Sandy (él mismo lo revelará durante la serie), en el que la interpretación y el arte juegan un papel esencial. No es casualidad que en una de las últimas escenas que cierran la primera parte de la serie, una frase, quizá sacada de una película, se convierta para Norman en la clave de interpretación del drama que está viviendo.

Se pueden tener sueños y deseos a cualquier edad

Siendo, además, mayores, los dos amigos tienen familias con más o menos estabilidad que arrastran amores, más o menos felices, y expectativas -de carrera o no- aún por cumplir. Como si se quisiera decir que se pueden tener sueños y deseos a cualquier edad. Hijas responsables que eligen viejos novios, hijas insensatas que intentan redimirse, viejos amores que se hacen nuevos. Hay un universo de personajes que giran alrededor de los dos amigos, que actúan como contrapartes y proporcionan oportunidades narrativas igualmente vívidas e interesantes. En su absoluta diversidad, Norman y Sandy aprenden cada día a quererse más, a ser un hombro y un apoyo para el otro. Y su relación de amistad crece gracias a las circunstancias que les ha tocado compartir, a sus miedos, a sus límites que, sin embargo, cuando los afrontan juntos, tienen una dimensión totalmente diferente. Y a veces se vuelven mucho más manejables.
Afloran grandes cuestiones, como el sentido de la existencia, el significado del tiempo que pasa y el valor que se da a éste, la importancia de poder volver a empezar y dar (o tener) una segunda oportunidad. Todo ello en clave irónica que hace que todo sea superficial y profundo al mismo tiempo. Divierte y emociona, hace reflexionar y entretiene. Los episodios (dos temporadas de ocho capítulos de media hora) pasan rápidamente, en compañía de un entretenimiento inteligente y que habla de la vida. Para espectadores de todas las generaciones.

Gaia Montanaro

Temas de discusión:

  • El valor de la amistad y de los vínculos afectivos que dan sentido a la vida;
  • La vejez como tiempo de descubrimiento de uno mismo y del sentido de la existencia;
  • La ironía como una de las claves para vivir plenamente.