Boba Fett, para los que no estén familiarizados con el mundo de Star Wars, es el cazarrecompensas que consigue capturar a Han Solo (Harrison Ford) y ponerlo bajo carbonita para cobrar su cuota al baboso y monstruoso Jabba The Hutt (una especie de gángster que gobierna el desértico planeta Tatooine), al que Han le debía dinero. Boba Fett también estaba a sueldo de Darth Vader en la caza de los rebeldes del Imperio.
Desde su primera aparición, a pesar de estar en pantalla sólo seis minutos y decir un total de cuatro líneas, el personaje adquirió una fama considerable. Según Lucas, esto se debe al aura de peligro y misterio que rodea a este personaje. Ciertamente, no es secundaria la fascinación que despierta su armadura, marcada por muchas batallas, y por el casco que recuerda a un casco medieval y que nunca se quita en la primera trilogía de Star Wars. Precisamente esta saga parecía marcar el final del personaje, al que en El Retorno del Jedi, en una pelea con Luke y Han Solo, vemos caer en las fauces de un Sarlaac, un gusano gigante y muy peligroso del desierto de Tatooine (el planeta donde crecen tanto Anakin como Luke Skywalker). Boba reaparece, llamativamente cambiado y sin armadura, en la segunda temporada de The Mandalorian, ofreciendo su ayuda a Mando (Din Djarin), para defender a Grogu a cambio de su antigua armadura. En el final de la segunda temporada de The Mandalorian, después de los créditos, vemos a Boba Fett y a su nueva mano derecha, el ex-mercenario Fennec Shand, tomar por la fuerza el trono de Jabba, que, a su muerte, había sido ocupado por Big Fortune.
El Libro de Boba Fett nos cuenta lo que llevó a Boba a un cambio tan drástico, de siervo a líder, de hombre enmascarado a hombre libre, de no tener moral a tener un código ético, y lo mucho que tendrá que luchar para defender el nuevo statu quo.
Desde 2014, tras el anuncio del entonces CEO de Disney sobre el desarrollo de varios spin-offs independientes de Star Wars, se había empezado a pensar en una película sobre Boba Fett. El proyecto quedó aparcado durante varios años hasta que se reactivó con motivo del estreno de la primera serie de televisión no animada de Star Wars, The Mandalorian. El libro de Boba Fett está concebido como un spin-off de The Mandalorian, pero al mismo tiempo es como si fuera una historia en sí misma, no tanto por la línea narrativa como por el proyecto en sí. Ya el título parece evocar un cuento medieval, de otro tiempo, «El libro de Boba Fett», una especie de biografía y mirada a la interioridad de uno de los personajes más enigmáticos de Star Wars.
Tras haber sido devorado por el Sarlaac (un ser que George Lucas probablemente tomó de Dune), Boba consigue atravesar las mortíferas entrañas gracias a su extraordinaria armadura mandaloriana. Agotado, sale de la arena y se desploma en el suelo, donde es descubierto por un vehículo de los Jawa, hábiles merodeadores del desierto que le roban la armadura. Además, ahora indefenso y debilitado, es capturado por una tribu de merodeadores Tusken. Permanece como su prisionero durante mucho tiempo, hasta que consigue ganarse su respeto e incluso ser iniciado como uno de ellos, forjando un poderoso bastón de gancho Tusken.
Esta historia de fondo se conoce a través de frecuentes flashbacks, narrados como recuerdos que Boba revive mientras está inmerso en un tanque regenerativo, una dotación del palacio de Jabba el Hutt que ahora es suyo. Boba es el nuevo Daimyo, Señor de Tatooine, pero mientras Jabba gobernaba con terror y abuso, como un jefe, Boba quiere gobernar con respeto. Este repentino cambio de carácter ha provocado bastantes críticas para una serie que, en general, no ha sido apreciada por los aficionados. Boba Fett se ha convertido casi en una persona diferente y el sentido del misterio del personaje original parece haber sido heredado por Din Djarin, el mandaloriano. El libro de Boba Fett se aleja del tono narrativo al que están acostumbrados los fans de Star Wars, pero esto no es necesariamente un punto en contra de la serie que revela la complejidad y la grandeza del protagonista. De los Tuskens, Boba aprende el concepto de tribu; él que era un cazarrecompensas al servicio del mejor postor, aprende el concepto de vinculación cuando no tenía lazos con nadie además de su difunto padre Jango. Esta transformación sucede tras ver morir a su tribu Tusken, decidiendo restaurar el orden en Tatooine y hacer de todo el planeta su nueva tribu y un lugar seguro para vivir. Sin embargo, para ello tiene que enfrentarse al peligroso sindicato Pyke, quienes promueven la recolección y el comercio de la «especia» (otro elemento tomado de Dune), un polvo utilizado como droga que se produce en el desierto. El sindicato no acepta esta prohibición y mueve los hilos para un enfrentamiento cada vez más total con Boba.
Lo ideal es no ver esta serie de modo superficial, dado que habla de un hombre que abandona la soledad para crear una empresa basada en la lealtad y la confianza. Boba, ahora libre de los amos de una máscara, se convierte en un verdadero líder y amigo de muchos en Tatooine. No faltan las referencias al western y una galería de personajes de primer orden, incluidos los villanos. Es un producto de evasión saludable para ver en familia.
Maximiliano Cattaneo
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