Blanca es una joven consultora de policía que quedó ciega a causa de un grave accidente a los 12 años, quien está especializada en la descodificación de archivos de audio gracias a su excepcional capacidad auditiva. Empleada como becaria en una comisaría de Génova, sus sentidos desarrollados le ayudan a dar con la clave para resolver casos encomendados a sus superiores, que la tendrían en la retaguardia. A su lado están algunos compañeros de confianza dispuestos a apoyarla, como la perra Linneo y su mejor amiga Stella; mientras otros que llegan a perturbar sus sentimientos, como el inspector Liguori, y Nanni, el joven cocinero.
La serie aborda temas de gran actualidad, hábilmente entrelazados entre las historias de detectives, la comedia y las líneas sentimentales. El punto de vista de la protagonista revela en cada episodio una visión más profunda de la realidad. En un mundo en el que a menudo nos detenemos en la superficialidad de las cosas y de las personas, Blanca consigue «mirar» más allá de las apariencias, demostrando que la vida merece la pena ser vivida junto con sus contradicciones.
Blanca es un producto que se apoya en los cánones tradicionales, pero que aporta algo profundamente nuevo. Desde los títulos de crédito iniciales hasta la banda sonora, pasando por el vestuario y la dirección, se percibe de inmediato la notable calidad del producto que se presenta con un aspecto joven y contemporáneo. Esto, manteniendo la estructura clásica de la historia de detectives, en la que se entrelazan la comedia y la investigación y en la que la protagonista, a través de su talento, consigue llevar a todo el equipo a la solución de los casos. Al ser la primera película del mundo en holofonía -una técnica que permite reproducir el sonido de forma muy cercana a como lo percibe el oído humano- la ficción puede disfrutarse de una forma nueva, permitiendo al espectador percibir los sonidos a 360 grados. Pero la verdadera novedad es el personaje de Blanca, lleno de significado social y humano. A través de su vida cotidiana y laboral, el tema de la diversidad se aborda de forma real y concreta. En este caso, la discapacidad queda al descubierto con todas sus dificultades, pero también con todo su potencial. Blanca es un testimonio vivo de que la discapacidad puede ser un recurso y no una limitación laboral y social.
Sus evidentes dificultades, que son sólo la punta del iceberg de lo que lleva dentro, no son un obstáculo para su felicidad, sino algo que le permite disfrutar más de la vida. Todo lo que uno toca, siente, oye y saborea sin notarlo por una vida agitada, se convierten en experiencias significativas para ella, precisamente porque le falta esa primera mirada, que se queda en la superficie de las cosas. Blanca es una mujer que percibe los sentimientos y los sufrimientos de los demás con sólo el latido de un corazón o el soplo de una respiración. Por eso es capaz de empatizar con las personas, comprendiéndolas en lo más profundo y consiguiendo sacar lo que no dicen, logrando así resolver casos o incluso situaciones humanas complicadas.
Pero, ¿cómo se explica una personalidad tan positiva en una chica a la que la vida le ha pedido tanto? Aunque la figura del padre sólo aparece en la historia de vez en cuando, está realmente presente. En su momento más oscuro, fue el padre de Blanca quien la puso ante la elección más dramática: compadecerse de sí misma hasta quitarse la vida, o sumergirse en su existencia hasta descubrir su belleza. Blanca decidió «bailar bajo la lluvia”, sintiendo el agua y la vida fluir sobre su cuerpo hasta quedar completamente empapada en ella. Una historia conmovedora y un gran canto a la vida: nada ni nadie puede quitarle la dignidad a la existencia humana, mientras que el afecto, la amistad y la propia realidad con sus grietas pueden hacerla verdaderamente única, plena y capaz de transmitir positividad.
Ilaria Giudici
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