Buongiorno Mamma! (Buenos días, mamá!)


Calidad general:
Calidad educativa:


IDEATORE: Elena Bucaccio
INTERPRETI: Raoul Bova, Maria Chiara Giannetta, Beatrice Arnera, Stella Egitto, Elena Funari, Matteo Oscar Giuggioli, Ginevra Francesconi, Marco Valerio Bartocci
SCENEGGIATURA: Elena Bucaccio, Lea Tafuri, Leonardo Valenti, Giacomo Centola
PRODUZIONE: Lux Vide
ANNO DI USCITA: 2021
STAGIONI: 2 (12x110')
PRIMA MESSA IN ONDA: Canale 5
DOVE SI PUÒ VEDERE ORA: Mediaset Play
GENERE: drammatico, famigliare

Età cui è rivolta la serie (secondo noi): >14
Presenza di scene sensibili: algunas escenas de contenido sexual (no explícitas), algunas escenas de violencia

ACONSEJADA POR ORIENTASERIE

La familia Borghi, los padres y cuatro hijos, parecen vivir una existencia relativamente tranquila, aunque la madre, Anna, lleva siete años en coma. Sin embargo, el día de su cumpleaños, muchos nudos salen a flote. La rica abuela, que hasta entonces había aceptado mantener a toda la familia, decide cortar toda ayuda si Guido, el padre, no accede a poner fin a la, en su opinión, miserable existencia de su hija. Decidido a mantener a su mujer a su lado por el bien de sus hijos, Guido decide seguir solo, aunque se encuentra en una situación económica desesperada, y se verá obligado a aceptar la ayuda de una misteriosa enfermera que llega de repente. La mujer, sin embargo, esconde un terrible secreto que complicará aún más la situación.
La serie, muy bien empaquetada, investiga diferentes temas familiares y relaciones intergeneracionales sin dar nada por sentado y retrata a los personajes con un profundo realismo. La figura de Anna y su difícil situación retratan con honestidad el tema del final de la vida, proporcionando al espectador diversos puntos de reflexión. La historia detectivesca en torno a la cual se desarrolla toda la historia hace que la narración sea dinámica y atractiva.
Un buen producto que expresa los valores y contradicciones de la familia contemporánea, ofreciendo numerosos elementos para un diálogo constructivo.

 

 

Profundización

La narración se desarrolla en varios niveles: el presente en el que Anna necesita asistencia constante y sus hijos son adolescentes, el momento en el que entró en coma siete años antes y el pasado en el que conoció a Guido. El misterio que rodea toda la historia se entrecruza entre los diferentes planos temporales, manteniendo vivo el interés del público y subrayando la importancia de las elecciones que se hacen en un momento determinado, elecciones que afectan inexorablemente a la propia vida y a la de los que vienen detrás, en este caso los niños.

Un profundo realismo y el valor de las relaciones familiares estables

Pero más allá de la historia detectivesca, que es un recurso narrativo muy acertado, la cuestión resuena en la vida de los protagonistas de forma mucho más profunda. Anna siempre ha querido liberarse de sus ricos padres, en un deseo de independencia y libertad que la ha acercado a Guido, un chico sencillo con una situación económica completamente diferente, pero que también quiere liberarse de su padre.
Juntos quisieron crear una nueva familia, confiando en sus propias fuerzas, y esto evidentemente se lo transmitieron a sus hijos. Los cuatro chicos son, en efecto, personajes de fuerte carácter, que a su manera, aunque todavía inconscientemente, luchan por ideales positivos. Sin embargo, cada uno de ellos, por su lado, abraza y, por otro, sufre las decisiones de sus padres. Francesca, la mayor, que nunca renunciaría a cuidar de su madre, acaba a veces ocupando su lugar, renunciando a su propia juventud y arriesgándose a quedar atrapada en decisiones poco meditadas.
Jacopo, el segundo, que acaba de cumplir la mayoría de edad, aún no ha entendido lo que quiere de la vida, rondando entre ser el niño bueno que su padre querría que fuera y el rebelde que corta los lazos con todo. En el interior de Guido, su padre, las dos naturalezas luchan realmente: él también ha tenido que elegir en su momento, y ahora, aunque quisiera, no puede evitarle a su hijo la batalla.
Sole, en cambio, es la clásica primera de su clase, que evita los excesos y sólo aspira al éxito académico. Sin embargo, ella también tendrá que enfrentarse a la confusión de la adolescencia (tal vez no sea tan madura como cree) y a las consecuencias de las acciones realizadas siguiendo su instinto, que la llevarán a crecer mucho antes de lo que debería.
Michele es el pequeño de la casa, un punto de vista inocente sobre todo el asunto, muy apegado a su madre y quizás, más que ningún otro, el que necesita tenerla cerca. Sus intervenciones, aparentemente ingenuas, esconden una profunda sabiduría.
Y por último, entre los protagonistas se encuentra Ágata, una chica abandonada que de repente pasa a formar parte de la familia. Buscando constantemente una figura paterna, Ágata encarna una existencia sin raíces que encuentra en los Borghi un punto sólido, una roca alrededor de la cual reconstruir su atormentada existencia. A través de este personaje, se redescubre con profundo realismo y verdad el valor de las relaciones familiares estables.

El tema del final de la vida

La línea más interesante es la que explora el tema del final de la vida. ¿Puede tener sentido mantener con vida a una persona que lleva siete años viviendo conectada a una máquina y que no da muestras de percibir el mundo exterior? ¿Es útil para los niños tener a su madre en casa y tener que cuidarla, o es sólo una carga en una existencia ya difícil? Las imágenes hablan más que las palabras. Todo en la ficción está orientado a sostener la importancia de Anna en la vida de su familia: porque bien puede ser que el punto de luz alrededor del cual gira todo sea en realidad el más silencioso y discreto, y no por ello menos fundamental. La voz en off de Anna, expresando sus sentimientos, es también un buen recurso narrativo para expresar cómo, incluso mientras duerme, puede sentir y percibir todo, incluso transmitir calor y amor.
Otros temas, como la relación entre adultos y adolescentes, la importancia de una paternidad y maternidad responsables, la complicada relación entre las distintas generaciones, constituyen los sutiles hilos de una narración bien estructurada y abren numerosos puntos de reflexión.

Ilaria Giudici

 Temas de discusión:

  • Relaciones afectivas y familiares: relación entre generaciones. Paternidad y maternidad;
  • Problemas de los adolescentes;
  • Aceptación de la diversidad;
  • La eutanasia;
  • La superación de los errores, el perdón, la verdad y la mentira, la relación con la justicia.